Camavinga cuestiona a Tchouameni. Las prestaciones de Aurélien Tchouameni no terminan de encajar en el estilo de juego del Real Madrid. Aunque es un futbolista físico y técnicamente dotado, parece carecer de la intuición necesaria para ser el perfecto guardaespaldas de sus compañeros en el centro del campo. Su dificultad para circular el balón, su lentitud al elegir el pase y su previsibilidad han generado ciertas dudas, tanto en el cuerpo técnico como en sus propios compañeros, como Camavinga.
Es importante recordar que Casemiro dejó un listón muy alto, sobre todo en el aspecto defensivo. El brasileño era capaz de leer el juego con precisión, apareciendo siempre donde sus compañeros lo necesitaban. Además, aportaba una agresividad medida para interceptar balones, frenar a los rivales o trazar una línea de seguridad en jugadas de peligro. Su capacidad para encajar en el sistema del Real Madrid era indiscutible, algo que aún se espera de Tchouameni.
A diferencia de Casemiro, Tchouameni está en desventaja, ya que se le exige la misma eficacia defensiva y un mayor protagonismo en la construcción del juego. Sin embargo, no ha logrado cumplir al cien por cien con ambas tareas de forma consistente. Aunque ha tenido algunos partidos destacados, como cuando jugó como central ante el Villarreal, las dudas sobre su desempeño persisten.
El papel de Camavinga ha cobrado relevancia tras su regreso de una lesión. En los primeros encuentros de la temporada, Ancelotti optó por retrasar a Tchouameni a la defensa, permitiendo que Camavinga ocupara el centro del campo. Esta decisión dejó en evidencia que Camavinga cuestiona a Tchouameni en su capacidad para ser el pilar en el medio campo. Ante el Villarreal, Camavinga brilló en su rol de mediocentro, generando más incertidumbre sobre el futuro de Tchouameni en esa posición clave.
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